14 Sep Etiqueta limpia o clean label
La etiqueta limpia, popularizada con el anglicismo clean label, es uno de los requisitos en la formulación de nuevos alimentos y en la reformulación de los existentes. Los consumidores demandan alimentos que perciben como naturales o saludables. Estos valores se asocian, entre otras cosas, con listas de ingredientes cortas, comprensibles, con ingredientes comunes y reconocibles y sin los demonizados números E.
Esta consideración de ingrediente indeseable se ha extendido recientemente a los alérgenos y puede exigirse la eliminación de éstos. Obviamente esto no es posible en muchos alimentos. Sin embargo, existe la presión del mercado para retirarlos de otras muchas composiciones.
La industria alimentaria responde a esta demanda con un esfuerzo continuo por reformular y simplificar las recetas para lograr una lista de ingredientes “limpia”.
Hasta qué punto una etiqueta puede considerarse limpia es cuestión de opiniones, pues no hay un canon establecido. El nivel de limpieza que puede lograrse depende de las características propias de cada alimento, de los medios de cada fabricante o sector industrial, de las posibilidades de la tecnología y del nivel de exigencia del consumidor individual.
Es una cuestión a menudo subjetiva, pues los alimentos con etiqueta limpia no son necesariamente mejores en los aspectos sanitario, nutricional o gastronómico. Tampoco los ingredientes proscritos son perjudiciales. Cuesta entender que estuviesen autorizados si lo fuesen. O bien lo son, como los alérgenos, únicamente para determinados segmentos minoritarios de la población, mientras que son perfectamente saludables para el resto.
Los ingredientes y aditivos empleados tradicionalmente se han venido añadiendo como respuesta a una necesidad tecnológica concreta. Cuando se suprime un ingrediente se incurre en los riesgos derivados de la renuncia a la función tecnológica que desempeña. Esto puede acarrear problemas. Entre los más comunes están la menor calidad gastronómica, la falta de seguridad alimentaria y menor duración debido a un crecimiento microbiano, los lotes de fabricación de calidad irregular, o la falta de estabilidad de las características del alimento a lo largo de su vida comercial, entre otros.
La limpieza del etiquetado es una tarea exigente, pues los consumidores demandan etiquetas limpias, pero no están dispuestos a renunciar a las características propias del alimento con un etiquetado “sucio”.
Esto hace importante una reformulación integral del alimento cuya etiqueta se pretende simplificar, con un replanteamiento del resto de los ingredientes y los procesos empleados en la fabricación y en la distribución comercial.
Otros aspectos a tener en cuenta son los económicos y el cumplimiento estricto de una normativa de etiquetado exigente y prolija.
En APASA, somos conscientes de estas realidades del mercado y respondemos a sus demandas. Acompañamos a nuestros clientes en el proceso de reformulación y simplificación del etiquetado, tomando en consideración todos los aspectos implicados.
Nuestro equipo de I+D+I trabaja continuamente para ofrecer formulaciones simplificadas y que incorporan ingredientes de origen natural.
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